jueves, 6 de junio de 2019

ORGULLO

Algunos utilizan como argumento para ejercer la discriminación sexual el hecho de haber nacido y sido criados en un ambiente rural, o en un pueblo pequeño, aduciendo que no tienen la culpa, que así los criaron. Y es cierto, la cultura y la crianza influye en la manera en que vemos el mundo y nos relacionamos con los demás, pero esto no quiere decir que sea una excusa para no cambiar, porque los chistes o comentarios ofensivos respecto a la orientación sexual o identidad de género por lo general aumentan y terminan en agresiones físicas, verbales, psicológicas o emocionales que dejan secuelas de por vida. Algunos, al sentirse aislados, rechazados o señalados, consideran que algo en ellos no está bien, y por tal motivo incurren en prácticas que les generan daño, e incluso ven como única salida la muerte por medio del suicidio. Otros ven afectada su salud mental por la presión que supone el querer "encajar" a como de lugar. 

Lo anterior puede leerse aterrador, pero la realidad es así. Es curioso que en un país mayoritariamente cristiano, las personas en la cotidianidad no ejerzan el mandamiento nuevo que dejó Jesucristo, el de “amarnos unos a otros”, y que por el contrario, parezca que la preocupación que guía al grueso de la población sea prácticamente eliminar al diferente, acabar con la diversidad, reducirla, esconderla. 

La niñez y adolescencia son etapas de las que muchos en general tenemos un buen recuerdo,  sin embargo, para otros no es así, puesto que debieron padecer en sus colegios burlas y humillaciones por ser simplemente ellos, incluso estas provenientes de adultos (quienes se suponen tienen el deber de cuidar). Y como si no fuera suficiente, la discriminación también está presente en las redes sociales, en la televisión y en la radio...Y nadie protesta ante esto, algo que si sucede cuando esos mismos medios tratan de generar inclusión, porque parece ser que para todos es más grave que un reinado le de la oportunidad de participar a una mujer transexual, y no, que la esperanza de vida de las mujeres transgéneros y transexuales en Latinoamérica no alcance ni siquiera a los cuarenta (40) años.  

Por eso no hay que tenerle miedo a hablar, porque por lo general se teme o se odia lo que no se conoce, así que hay que educar, conversar sobre diversidad sexual e identidad de género, hacer bulla, hablarlo alto, casi que gritarlo, porque muchas personas en verdad le temen a esas palabras sin saber muy bien que significan.

Uno de los momentos más tristes que he tenido en mi vida fue cuando varios conocidos marcharon auspiciados por una corriente política contra un enemigo fantasma llamado “ideología de género”, a pesar de los malabares que hicieron el mensaje fue bastante claro: marchaban contra la diversidad no solo de género o de orientación sexual, también contra las diferentes tipologías de familia existentes, y básicamente contra la educación sexual, que sabemos o que deberíamos saber abarca mucho más que sexo o genitalidad, y que es necesaria su implementación en los centros educativos, tanto de primaria como de secundaria.

Entonces lo tomé personal, porque yo no busco tolerancia ni aceptación, yo exijo respeto, y no para algunas piezas de mí, sino para mi totalidad, porque me gusta ser quien soy y como soy. Esos días me di a la tarea de leer a varios en Facebook, y fue triste ver tanto odio disfrazado de “buenas intenciones”, porque algunos piensan que la población LGBTI+ está en otro planeta, o “por allá en Europa” o que es cosa de “ricos” (¡) les cuesta comprender que estamos en todos lados, en todos los estratos sociales, que no somos alérgicos al campo o a los pequeños pueblos. Y espero que pronto todos entiendan esto, y que piensen en cómo se sentirían si supieran que algún hermano, hermana, amigo, amiga, hijo o hija estuviera siendo ofendido por ser simplemente ellos ¡Qué aburrido sería este mundo si todos fuéramos una copia exacta! Por ese motivo a la diversidad hay que abrazarla, no rechazarla.

Y si somos de pueblos pequeños, en lugar de justificar las prácticas discriminatorias, deberíamos pensar en qué podemos mejorar porque al fin y al cabo, todos nos conocemos, jugamos, crecimos y estudiamos juntos ¿para qué lastimar a alguien con un comentario, por qué no cambiar el chip y mirar mejor cómo podemos hacerle la vida más alegre a los demás? ¿Por qué permitir que alguien tenga una doble vida para complacer a otros o para que estos no "hablen"?

Sueño con que algún día nuestros pueblos ondeen la bandera arcoíris (¿SE IMAGINAN UNA MARCHA DEL ORGULLO EN SANTA BÁRBARA O EN SIMACOTA?), con que todos podamos mostrarnos tal y como somos sin ningún temor, deseo que ningún niño, niña o adolescente viva avergonzado, o se sienta menos simplemente por no cumplir con las expectativas de los demás.

¿Qué se puede hacer para que lo anterior sea posible? Como Trabajadora social pero ante todo como ser humano, me comprometo a sentar mi voz de protesta ante cualquier expresión discriminatoria que detecte, muchas veces por no tener un mal momento uno prefiere no emitir opinión, pero considero que el silencio en estos casos es cómplice.

Finalmente diré que mientras existan personas que quieran frenarla, la diversidad debe ser celebrada no solo en junio sino todo el año, por todos aquellos que sufren por la falta de empatía de quienes los rodean, porque lo mejor de todo es andar sin máscaras y que a uno se le note lo que es, porque en este país en el que nos tocó vivir la oportunidad de ser uno mismo debe ser siempre motivo de orgullo.

sábado, 9 de marzo de 2019

¿ME DA PERMISO DE BAILAR CON ELLA?

Hace algunos días estaba departiendo con unos amigos, y un hombre de otra mesa quería bailar conmigo, pero en lugar de preguntármelo, se lo preguntó a un amigo que estaba al lado mío. No bailé con el muchacho porque no me gustó ese detalle, y aunque a mis amigos les dio risa que yo me hubiera puesto brava, creo que es algo de lo que hay que reflexionar. El asunto no es aislado, el año pasado me sucedió algo similar.
Claramente las mujeres podemos decidir qué queremos o no hacer en diversos ámbitos de nuestra vida: decidimos qué queremos estudiar, en dónde trabajar, en dónde vivir, como invertir nuestro dinero, por quién votar, si queremos o no tener hijos, una relación o una vida en pareja, ¿Y si las mujeres podemos decidir esto, por qué no habríamos de escoger si bailar o no? ¿Si en otros ámbitos de nuestra vida las decisiones las tomamos solo nosotras, por qué los hombres tendrían que dar su “permiso” para que nosotras bailemos salsa, vallenato o reggaetón?
Mis amigos para justificar esta situación, decían que los hombres hacían esto, como señal de respeto ante el hombre que estaba al lado de la mujer, porque muchas veces ellos se ponían bravos si la sacaban a bailar, y yo les respondí que en este caso la principal merecedora de respeto era la mujer, y el hecho de que ella en esta situación específica no fuera tenida en cuenta desde el primer momento era puro y físico machismo.
El machismo está inmerso en muchas situaciones de la vida, a menudo escuchamos el ideal de lo que muchos consideran que una mujer debe ser: sumisa, que hable lo necesario, femenina, delicada, con maquillaje perfecto, en constante competencia con las de su género (especialmente en lo que a ropa y calzado se refiere) y quién se desligue de este concepto, empieza a ser juzgada por no cumplir con los estereotipos y roles de género cultural y socialmente impuestos. Pero la verdad es que hay diversas formas de ser mujer, y todas ellas son respetables. También a menudo escuchamos chistes machistas nada graciosos, que hacen pensar a muchos (especialmente a los que los cuentan) que eso es normal y que las burlas son justificadas. Sin embargo, creo que a día de hoy, poco a poco nos hemos dado cuenta que el machismo hace daño, y que debemos alertar sobre su aparición en la cotidianidad, así parezca algo simple. Y aunque en Colombia falta bastante para lograr la igualdad y la equidad, es una lucha que se debe dar en todos los ámbitos: en la familia, en las instituciones educativas, en nuestros lugares de trabajo.
Por eso querido amigo desconocido, agradezco su deseo de bailar conmigo, pero la próxima vez no utilice intermediarios. Y cuándo me vean en Tabaco y Chanel, o en las ferias de Santa Bárbara, frescos que ustedes saben que me encanta "azotar baldosa" -o pavimento, llegado el caso-, y si al lado tengo a mi papá, a mi hermano o a algún amigo ni se les ocurra pedir permiso, ellos más que nadie saben que esas y otras resoluciones las puedo tomar por mí misma.
Y tranquilas chicas, si un hombre se pone bravo porque ustedes bailaron con otro, pues la cuestión es simple: Ese hombre no les conviene, huyan de ahí, ¡AMIGAS DENSE CUENTA!
Chao, y que bailen harto.

lunes, 25 de febrero de 2019

La magia de lo simple.


ROMA es una película sobre la cotidianidad que no ha estado exenta de polémica, aunque si analizamos bien, ¿Hay algo en la actualidad qué no cause polémica? Desde que existen las redes sociales, las opiniones circulan rápidamente y como es natural, es difícil que sobre un tema exista consenso, eso en realidad no es nuevo, solo que ahora nos damos cuenta y nos desgastamos sin  ningún motivo por lo mismo.

Es normal que en lo referente a la percepción u opinión sobre un libro, un álbum musical o una película, las opiniones se dividan, sin embargo, respecto a ROMA, pude leer en la red social en la que estoy mayormente conectada (twitter), apreciaciones que iban más allá del simple disgusto o de la crítica y que dejaban ver una alta dosis de clasismo, racismo y discriminación.

Por ejemplo, a algunos les parecía inconcebible que la historia de “una empleada embarazada” diera tanto de que hablar, cuándo “es algo que pasa todos los días” y “no tiene nada de especial”. Sin lugar a dudas, esta es una visión corta de la realidad y si esta fue la mayor reflexión que pudieron hacer de ROMA, entonces definitivamente no captaron el mensaje. 

Empecemos por partes. Hay películas para todos los gustos, algunas hablan de universos de los cuales no tenemos la certeza que existan, sin embargo, diversos osados se han dado a la tarea de reflejar con ayuda de la tecnología, lo que su maravillosa imaginación ha producido. Magos, monstruos, superhéroes hacen parte del cine que consumimos. También historias de personajes y de pueblos, luchas, y como no, personas anónimas.

Entonces, retomando el hilo del tema principal de este escrito, ¿Acaso la historia de los marginados representados en Cleo no merece ser contada? Creo que no hay mejor ejemplo de racismo y discriminación que ese: pensar que hay relatos de vida que valen menos que otros, así se ha escrito la historia, magnificando la de los poderosos y borrando la de los grupos y personas víctimas de los mismos, por lo tanto, el olvido se presenta como otra forma de violencia. 

Debemos celebrar que la vida de una mujer indígena y empleada de servicio sea contada, y que sea narrada a un ritmo al que no estamos acostumbrados; en los tiempos actuales, donde el modo de vida va tan rápido, fue un buen detalle que Alfonso Cuarón se haya concentrado en mostrar sin celeridad las formas, los sonidos, las palabras, los gestos,  los silencios, los paisajes rurales y urbanos,  sin dejar nada al azar.

Y no es que ahora haya necesidad, sea obligatorio o “por lástima” se le tenga que dar un premio a las historias en las que se cuentan las vidas, las batallas cotidianas de negros, indígenas, pobres, y comunidad lgbti+, lo que pasa es que los tiempos han cambiado,  hemos descubierto que hay algo más allá de lo que se cuenta desde el privilegio, y eso también merece ser apreciado. Por lo tanto, el “problema” no es que ahora la diversidad haga parte de las películas, el único problema fue como antes impunemente diversos grupos minoritarios fueron ignorados, siendo como máximo solo acompañantes de historias ajenas. En un mundo como el actual, en donde las amenazas a la diversidad son constantes, una de las mejores armas para combatirlas es el arte en todas sus expresiones, puesto que agachar la cabeza y callar no es una opción. 

Por eso la invitación es que se deje de promulgar ese discurso repetitivo de año tras año, en el que en son de burla se dice que X actor, actriz, director o película va a ganar porque “toca” porque es “gay”, “lesbiana”, “trans” “negro” o “indígena”, ridiculizando así, años y años de lucha, y manifestando ante los reclamos justos que se hacen, que es twitter y que los grupos históricamente marginados, violentados y discriminados no deberían molestarse por los “chistes” que hacen los racistas/xenofóbicos/misóginos/lgbtifóbicos.

Por el contrario, celebremos que nuestros pueblos y sus grupos vulnerables tienen la oportunidad de mostrar al mundo su esencia, porque la historia de Cleo es la de muchos, usted y yo somos de clase media o baja, varias de las mujeres de nuestras familias lograron el sustento de los suyos gracias al trabajo en los servicios domésticos. Y sin lugar a duda, los sucesos y acontecimientos de ellas merecen ser contados.  


Antes de terminar, tengo que plasmar algo que me llamó la atención, respecto a una persona a la cual claramente no le gustó ROMA, y lo estuvo recordando en varios tuits. Su argumento es que no era una historia espectacular, que era la historia de cualquier mujer pobre y embarazada, y que de ser así, hasta “su” empleada podría protagonizar una película. Lo único que diré, es que si uno tiene los medios para tener “empleada”, lo mínimo que debes hacer es respetarla, y ver más allá, porque esa mujer que va todos los días a colaborar con los oficios de su casa, tiene sueños, anhelos, sufrimientos, preocupaciones, y que seguro si se diera la oportunidad, estaría dispuesta a compartir algo de eso con el mundo. No solamente los dramas, la magia, la acción y la ficción del “primer mundo”, merece un lugar en la pantalla, lo cotidiano y lo simple también merece ser observado, como latinos nos acostumbramos a mirarnos a nosotros mismos por debajo del hombro, quitándole relevancia a lo que tenemos que contar.

Finalmente tengo que decir, gracias a YALITZA APARICIO por representar con altura a todas las Cleos de Latinoamérica, por reflejar una parte de nuestra identidad, lo que somos y lo que seremos. Y gracias a Alfonso Cuarón, por atreverse a contar una historia diferente que si bien se desarrolla en México, pudo haber acontecido en cualquier ciudad de nuestros países latinos, gracias por reconocer que muchas veces lo espectacular se encuentra en lo  sencillo.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Despedida.

DESPEDIDA.


Hoy es un día triste para todos, lloramos porque recordamos a aquella mujer fuerte, divertida y amable que con su partida cambia muchas tradiciones familiares. Era costumbre celebrar la partida del año en su casa, de igual forma, los que vivimos en nuestro municipio, en cualquier momento de la tarde o de la mañana, aprovechábamos para ir a su hogar, saludarla y comentar sobre diversos aspectos de la vida. Ella por lo general mantenía de buen humor,  tenía una frase para toda ocasión, que nos hacía reír en el momento, y que hoy, nos hace recordarla. 

Mi nona Graciela, dejó un gran legado, entre el que puedo destacar, su fortaleza, y su amabilidad que hacía que su casa siempre fuera conocida como un sitio de puertas abiertas para familiares, vecinos, amigos del municipio y de otros lugares, su cariño incondicional también era dirigido a los animales propios y extraños, seres que nunca faltaron en la familia, y que hoy, de cierta forma, sienten su partida.

Y en este rápido ejercicio de descripción, no puedo olvidar la cita semanal que muchos de los que hoy ya somos adultos, cumplimos cuando éramos unos niños, la cual consistía en acompañar a mi nona en el proceso de la preparación de las gelatinas de pata. Raspar con una cuchara la miel de la olla, el batido del garabato y esperar por los recortes de las gelatinas, fue una tradición mantenida por muchos años, eran esos momentos que hicieron únicos nuestra infancia, y que hoy con nostalgia, y gratitud recordamos.

Dentro de sus cualidades, también debo mencionar que era una mujer muy detallista, siempre estaba lista para darme un regalo el día de mi cumpleaños, e incluso, ya a mis 25 años, pocas veces me dejaba ir de su casa sin darme una galleta, un dulce, una fruta o una moneda para que comprara algo, y se molestaba cuando no le recibía nada.

A mi familia, en su gran mayoría presente hoy, le pido que no olvidemos reunirnos en la cocina en donde solíamos pasar tiempo con ella, cocina en donde siempre vamos a caber todos, cocina que siempre estará llena de calor humano, lugar que gracias al abrigo proveniente de la estufa de leña, siempre será un buen espacio para compartir el tinto y la mestiza que tanto le gustaba a mi nona, acompañados de anécdotas de nuestras vidas.

Ahora recuerdo cuando la visitábamos y preparaba chocolate, al momento de servir siempre me decía que para mi comodidad, fuera al comedor, pero por lo general me negaba, porque me gustaba disfrutar de su compañía en la cocina.

Solo espero que mi nonita esté en un lugar en el que no falten los gatos y los perros que tanto amaba, gracias Chelita por haber compartido tus mejores momentos con nosotros, en esta vida que si bien en momentos en complicada, a veces es tan dulce como las gelatinas de pata que tanto nos gustaban.

Por último, quiero agradecer a todos los que hoy nos acompañan, y a todos los que ayudaron a mi nona de una u otra forma, durante su vida.


Chao nona, ya no estarás para contestarnos la bendición. Gracias por tanto. 

lunes, 10 de agosto de 2015

MI QUERIDO LUKIS.

Muy temprano, muy de mañana un 7 de agosto, rondalla, una pequeña perra criolla amarilla de nuestra propiedad, dio a luz, y en su primer y único parto, trajo a este mundo en donde supuestamente el ser humano es racional, a tres bellos cachorros: dos machos y una hembra. Uno se diferenciaba de los demás: Era totalmente negro, y además, lucía un pelaje más largo en comparación a los otros. Todos fueron recibidos con amor, aunque bien se tenía la certeza que después de algunos meses, se debían regalar dos de ellos, pues no había cama para tanto perro. Con aquel  pequeño cachorro de pelaje más largo, fue amor a primera vista, regalarlo no era ni siquiera una opción.

Y así, el pequeño barbitas, llamado en ocasiones lulo, también lucho, y tiempo después lukis, creció en un hogar en donde el amor alcanzaba hasta para los animales. Si, lo recuerdo muy bien: Tres perros, un gato y una que otra gallina, esas eran las riquezas que nos acompañaban.

En su infancia, mientras estrenaba dientes, hizo una que otra travesura: como por ejemplo, dañar algunas sandalias, masticar las esquinas de los cuadernos y de uno que otro libro.

Lukis nunca fue un perro reconocido por sus capacidades físicas: sin embargo, cuando la familia salía de paseo, trataba de seguir el ritmo en sus cuatro patas: tampoco era un perro que inspirara miedo, ¿Quién le podía temer a un perro peludo el cual engordaba a medida que pasaban los años? Sin embargo, cuando algún extraño, bien fuera humano, perro o gato interrumpía en la vivienda, con un ladrido hacía notar su autoridad.

Su familia siempre lo recordará por sus evidentes cualidades: Hogareño, fiel a sus amos, pues no era muy dado a dar muestras de cariño a personas diferentes a su círculo familiar. A la hora de comer tenía ciertas preferencias: le gustaba la comida casera, pero como los tiempos cambian, y en el pueblo llegó para quedarse el concentrado o purina para perros, Lukis se habituó a este estilo de vida, y en sus últimos años su dieta consistía en “pepas”…en un principio eran de las más baratas que ofrecía el mercado, pero luego, debido a que empezó a tener compañía perruna, se hizo fan del dog chow y otras marcas con mayor reconocimiento, y a pesar de su edad, gozaba mucho del alimento para cachorros.

Le gustaba roer hueso, pero cuando empezó a perder los dientes, se debió conformar con carne sudada, que su dueña (mi mamá) con mucha paciencia, se encargaba de picarle en pequeños pedazos, para que no sucediera ningún accidente. Así mismo, en ocasiones, disfrutaba de una salchicha, generalmente frita.

También tenía predilección por las galletas navideñas, por los productos que llevaran coco y por la gelatina de pata. Las sopas nunca fueron de su preferencia.

A propósito de las galletas navideñas, con tal de consumir algunas en noches de velitas, estaba dispuesto a sufrir las consecuencias, por ejemplo, que su pelaje se empezara a quemar. Pero nunca pasó a mayores, siempre nos dábamos cuenta, y lo apartábamos del fuego.

Cuando compartíamos nuestros alimentos en el comedor, era habitual que llegara con su andar lento, y apoyara sus dos manos en nuestras piernas, exigiendo que le compartiéramos un pedazo de arepa, de queso o de pan.

Cuando iba a la casa de la señora Graciela (mi nona), ella lo regañaba, porque no comía lo que le ofrecía.

Se dejaba poner gorros o sombreros de sus dueños, como se puede comprobar en algunas fotografías que se dejó tomar.

En su biografía, se puede destacar que en el marco de una semana cultural del ITA ROG, ganó un concurso, al ser el perro criollo más bonito del año 2006. Así mismo, en sus últimos años de vida, poco salía, pues su caminar era muy lento. Cuando la familia decidía llevarlo a alguno de sus paseos o caminatas, tocaba alzarlo en un buen trayecto del camino…y vaya que era pesado.

No se pueden olvidar las jornadas de cambio de look, cuando a mi papá le tocaba apartar un día especialmente para peluquearlo. En el día destinado para bañarlo, se quedaba quieto y se dejaba echar agua  y enjabonar, sin ni siquiera hacer el intento de escaparse.

De igual forma, en sus últimos años de vida, tuvo que compartir el cariño de la familia, con cachorros que le hacían la vida difícil, pues no le respetaban su condición de antigüedad en el hogar: Sin embargo, el con paciencia se acostumbraba, y con tristeza veía como aquellos compañeros de juego no volvían, por culpa de aquella gente sin corazón, a quienes no les tiembla la mano para mezclar comida con veneno.

¿Quién no sabe quién es Lukis? Aquellos que conocen a mi familia, saben del personaje que les hablo, aquel perro que últimamente se la pasaba acostado la mayor parte del tiempo, pero que trataba de hacer entender que el estaba presente, por medio de sus ladridos.  

Cuando nació Lukis, yo tenía 11 años, estaba cursando el grado sexto. Por 14 años permaneció en nuestro hogar, tratarlo como un simple perro sería injusto, pues no queda dudas de que fue parte de nuestra familia. Durante su existencia nos acompañó en todo momento: Infancia, adolescencia, edad adulta, graduaciones de colegio y universidad, cambio de vivienda, etc.

Ahora tengo 25 años, y con tristeza tuve que presenciar como mi querido amigo se despidió de este mundo. La última semana fue muy difícil, fue duro verlo sufriendo y entender que no se podía hacer nada, pues la vejez no tiene piedad con ninguna especie, y sabíamos que lo mejor era que muriera para que no siguiera sufriendo, pues un perro tan especial como el, no merecía tener dicho fin.

Afortunadamente el día más temido, el día en que amaneció muerto, por esas circunstancias de la vida no estaba en mi casa. Llegué en la tarde y tenía miedo de preguntar por su suerte, pero al final lo supe, y aunque era una noticia esperada, no por esto dejó de ser triste.

Estoy ahora, tratando de ver entre mis lágrimas, para explicarle a quien desee leer este sencillo homenaje, que cuando se es criado en un ambiente de respeto hacia la naturaleza y hacia todos los seres que hacen parte de ella, incluido el ser humano, uno se interesa por lo que sucede alrededor, porque simplemente, es importante.

Porque un perro es algo más que cuatro patas, y pelos, porque hay perros que han estado presentes en las buenas y en las malas de una familia, porque cuando todo parecía estar mal, siempre estaba aquella mascota con su inocente cara, acompañando, aunque no entendiera lo que estaba pasando.


Mis lágrimas son de tristeza por el amigo que se fue, pero también de agradecimiento por estar 14 años a nuestro lado. Siempre lo tratamos bien, y le supimos descifrar sus caprichos. Descansa en paz mi querido Lukis, estaré guardando galletas navideñas para compartirlas algún día.  

martes, 28 de julio de 2015

Celebración cumpleaños ITA ROG.

Comparto con ustedes, estas palabras escritas con mucho cariño, las cuales leí en la celebración del cumpleaños de nuestro plantel educativo, sé que de algún modo, reúnen el sentir de todos aquellos que hemos sido parte del Instituto Técnico Agrícola Rafael Ortíz González. 


…NUESTRO PASO POR EL COLEGIO…

Estudiar en este colegio, significó pasar una de las mejores épocas de nuestras vidas, siendo vigilados por la majestuosidad del cerro de las tres niñas.

¿Cómo no recordar aquellas actividades especiales que nos sacaban de la rutina? Con nostalgia evocamos los días de campo, cuando madres, padres, o estudiantes, o en ocasiones todos, se unían para mejorar las condiciones de la finca, esfuerzo que al final era recompensado con un buen plato de sancocho.

¿Y que decir de los días deportivos, con aquel equipo cuyos bafles eran gigantes, en donde los éxitos musicales del momento trataban de hacerse notar, a pesar de la distorsión del sonido? Se que muchos recordarán los efectos especiales de aquel artefacto, los cuales eran la sensación de la época, y también las bromas que nos gastábamos entre amigos por medio de las famosas complacencias, donde por $100 y $200 (con derecho a una canción), nos inventábamos romances falsos entre nuestros compañeros, quienes en un primer momento se sentían avergonzados, pero luego, comprendían que todo hacía parte de la tradición de estos días especiales.

¿Y las semanas culturales? Se empezaban a planificar con bastante antelación, para tener los mejores resultados. Deportes, danzas, gastronomía y cultura en general, eran los componentes de esta gran celebración que se realizaba por lo general en el mes de octubre, en donde participaba toda la comunidad educativa, y en ocasiones, colegios de otros municipios, se unían a la festividad.

¿Cómo olvidar las comisiones? Cuando por grupos, teníamos la responsabilidad de alimentar conejos, curís, pollos, truchas, cerdos y bovinos, según el grado que cursáramos, además de asear las respectivas instalaciones. Aunque muchos no éramos expertos en estas labores, hacíamos nuestro mejor esfuerzo.

Son muchos los recuerdos ligados a este plantel educativo, así como ustedes, jóvenes estudiantes, están construyendo los suyos. Cada vez que un grupo de ex alumnos se encuentran,  aprovechan para contar sus anécdotas en este centro educativo: viajes, izadas de bandera, presentaciones culturales, eventos deportivos, clases, preparación de alimentos, profesores, trabajos, son los principales temas que salen a relucir.

Diversos personajes alrededor del mundo lo han expresado, la educación es la mejor herencia que podemos recibir, así mismo, un pueblo educado  tiene más oportunidades de progresar.

Profesores: Siéntanse orgullosos de su profesión, conociendo que tienen la responsabilidad de educar en una época con múltiples cambios que hacen de la enseñanza, un proceso con múltiples dificultades. Tengan la certeza de que el trabajo bien hecho siempre va a ser agradecido.

Estudiantes: Disfruten su niñez, su adolescencia y su juventud, aprovechen cada día para aprender aspectos positivos para su vida, y  ante todo, nunca dejen de soñar. Ustedes son presente, y también futuro.

Los ex alumnos, en esta fecha especial que nos une, los invitamos a sentir orgullo de este, nuestro colegio, el cual ha aportado en la construcción de seres integrales útiles a la sociedad. Es un privilegio ser parte de un colegio agrícola, de que entre nuestros uniformes esté incluido el de trabajo, somos auténticos, tenemos la ventaja de estar conectados con la naturaleza, algo que no todos pueden decir.

Así mismo, eso genera en cada uno, la responsabilidad de contribuir  a que cada día, esta sea una mejor institución en todos los ámbitos,

Felicitaciones querido colegio, y que sean muchos años más de educación integral, GRACIAS!!


lunes, 7 de julio de 2014

DESPUÉS DEL 4 DE JULIO…



El día 4 de Julio a la 1 pm, mi hermano, 5 años mayor para mi, sonreía y decía: “Yo no puedo creer que la selección Colombia esté en cuartos de final en un mundial”, no pude evitar llorar, de orgullo, al reconocer que llegar hasta ahí no había sido fácil, pero también tenía la ilusión de verla avanzar.
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Dos días después de la eliminación de la selección Colombia del mundial de Brasil, he decidido escribir, porque creo que esta es la única forma de liberar tantos sentimientos que este hecho deportivo ha causado. Respecto al fútbol, no recuerdo otra tarde más triste que esa. Lloré las eliminaciones del Real Madrid en semifinales ante el Bayern y ante el Borussia Dortmund, lloré la eliminación de la selección  Colombia sub20 en el mundial realizado en nuestro país, al igual que la eliminación de la misma en el campeonato de Turquía. Pero no recuerdo nada parecido a esto, llorar una noche entera y cada vez que recuerdo ese partido, incluso cuando hablo con otras personas. Sé que todos expresamos nuestra tristeza, nuestra rabia, nuestra impotencia de diversas formas, algunos se lo toman de manera más tranquila…claramente, ese no es mi caso.

Leer tuits tampoco me tranquilizó, mucho menos ver imágenes y programas deportivos, la impotencia que causa el saber que se pudo llegar más lejos, que había con qué es algo doloroso. Muchos dicen que me tomo el fútbol muy en serio, que simplemente es un deporte, pero para mí el fútbol es algo más.

Ver a James Rodriguez, uno de los futbolistas que más admiro desolado, escuchar la voz quebrada de Pékerman, y la tristeza de los demás futbolistas fue algo que me afectó. Eso sólo lo puede lograr un grupo de personas comprometidas con su profesión, responsables, respetuosas con un deporte y con un país que confió y sigue confiando en ellos.

El primer mundial del que tengo recuerdos, fue el organizado en Francia, en el año de 1998, estaba muy pequeña y no me interesaba mucho el fútbol, eso sí, recuerdo claramente que perdimos ante Rumania, le ganamos a Túnez y finalmente sufrimos una derrota por parte de Inglaterra.

Luego llegó la Copa América de 2001, se podrán decir muchas cosas de ese torneo que ganamos, pero la felicidad de ese momento, no nos la quita nadie. Claro, también pensamos que teníamos un puesto asegurado en el mundial de Corea y Japón, tristemente no fue así. Tampoco estuvimos presentes en Alemania ni en Sudáfrica, los días de gloria parecían lejanos.

Me hablaban de Italia 90, de USA 94, de los magníficos jugadores que teníamos. Lo de Italia 90 fue maravilloso, lo de USA 94 fue desastroso, lo de Francia 98 fue el ocaso. Me hablaban del 5-0, de como muchos tocaron el cielo tras ese partido, que en realidad fue la vía a la tragedia.

A medida que han pasado los años, me he interesado  en ir más allá de los 90 minutos. Me he encontrado con documentos sobre la selección Colombia de los 90’s, el mundo reconocía y sigue reconociendo el talento de hombres como el Pibe y el Tino, pero no se puede ignorar que a la senda de gloria iniciada en el mundial de Italia no se le dio continuidad, por el contrario, el narcotráfico, la violencia, y otros factores infectaron al fútbol, lo que dio como resultado la triste muerte de Andrés Escobar, un hecho que siempre estará presente en nuestra historia, manchando de vergüenza a este bello deporte. Un hombre que cometió un error deportivo, asesinado por esa clase de miserables que inundan a este país y no lo dejan avanzar. Un futbolista magnífico, con un futuro glorioso al que se le apagó la vida, por culpa de la suma de errores de sus compañeros y cuerpo técnico. Un equipo que no se mentalizo para hacer historia, que pensó que siendo invicto en todos los partidos amistosos, y que siendo el favorito de muchos, bastaba en un mundial.

Un cuerpo técnico que no valoró ni estudió a sus rivales, que prefería tener feliz a la prensa del país, y en donde la concentración, más parecía una fiesta constante. El asistente técnico le ayudaba a la estrella de turno a escaparse de dicho lugar, para encontrarse con la actriz de moda.

Antes del partido ante USA, se amenazó la vida del cuerpo técnico y sus familias, el pedido era que no se pusiera a jugar a Barrabas Gómez, el hermano del Bolillo Gómez. Si, Barrabas Gómez, el mismo que en una entrevista dijo que la selección Colombia, esta, la NUESTRA, no iba a pasar de fase de grupos y que el ranking FIFA era una mentira…El cinismo de muchos es aterrador. Y escribo en mayúscula la palabra nuestra, porque siento que esta si nos pertenece.

En fin, a esa selección llegaron muchos sin merecerlo, y lo peor, tomaron un puesto en la titular. Con los que antes compartían cenas, y fiestas, luego repartieron amenazas y se llevaron la vida de Andrés. Con todos estos antecedentes de amenazas y miedo, jugaron el partido ante USA, con la concentración mermada, temiendo por sus vidas y las de sus familias, enfrentaron dicho partido. El resultado no podía ser otro, un autogol de Andrés Escobar, una error que muchos han cometido en el fútbol, pero  que en esa Colombia que no nos gusta, que no nos gustaría que existiera, dicho error fue visto desde otra perspectiva, Andrés Escobar fue culpado de la pobre actuación en USA, como si Colombia no hubiera estado eliminada ya, mentalmente, desde el 5-0, ese fatídico 5-0.

Los colombianos conocemos algunos detalles de lo que ocurría en esa época, porque los futbolistas, técnicos y directivos contaban todo sin ningún tapujo, y aún hoy lo siguen contando, sin ninguna vergüenza. Algunos futbolistas que participaron en ese torneo dicen que lo de ese mundial no les afectó porque así es el fútbol…que lástima que los asesinos de Andrés no hayan pensado de esa manera. Claro que es fútbol, y que uno puede reír, llorar, gritar, y de ahí no se debe pasar…el lastimar a otro por un escudo o por una camiseta no tiene justificación, pero al menos hubieran pensado en los hinchas que se ilusionaron, en las expectativas que crearon, pero no, porque en esas épocas, se decía que lo importante era clasificar.

Y no fue culpa de ellos, de por sí, en nuestro país  la mediocridad y el conformismo sobresalen, por tal razón, las injusticias predominan. En ese caso, la selección fue el reflejo de nuestra sociedad.

Es aquí en donde me acuerdo de un detalle sucedido en mi casa, que mis papás me contaron. Ellos que siempre han sido futboleros, estaban como cualquier persona del país, ilusionados con la actuación de la selección Colombia en ese mundial, así que compraron un afiche, lo pegaron en lo que antes había sido un cuadro, lo decoraron con lana amarilla, azul y roja en los bordes. Después de la triste actuación en USA 94, quitaron ese cuadro del puesto que le habían asignado y lo arrumaron, buscando así olvidar una presentación lamentable. Creo que desde esa época mi mamá no es capaz de ver un partido de la selección Colombia.

En el nuevo milenio se intentó de todas las maneras regresar a un mundial, cambiando jugadores, “reencauchando” técnicos, probando con algunos del FPC y con los de las divisiones menores de la selección. Hay que hacer énfasis en que Reinaldo Rueda y Eduardo Lara hicieron un magnífico trabajo en dichas divisiones, futbolistas como James Rodríguez, Santiago Arias, Falcao, entre otros, trabajaron con alguno de ellos, o con los dos. Pero el cambio de técnicos constante en la selección de mayores, hacía que los procesos se interrumpieran y no llegaran a un buen término.

Debido a este fenómeno, un delantero magnífico como Juan Pablo Ángel se quedó sin la oportunidad de ir a un mundial, de igual manera, Iván Ramiro Córdoba, el talentoso defensor, quien hizo parte de la convocatoria en el mundial de Francia 98, pero que por decisión del técnico fue relegado a la banca, tampoco tuvo la oportunidad de regresar a un mundial para tener revancha personal siendo titular.

Cuando se volvió a confiar en Hernán Darío Gómez para que comandara a la selección en el camino hacia el mundial que se está disputando, muchos estaban de acuerdo con esa decisión, principalmente porque este técnico además de clasificar a Colombia a un mundial, había hecho lo mismo con Ecuador. Personalmente, no fue de mi agrado. No sé por qué, pero ese señor siempre me ha molestado, me fastidia la forma en la que habla, en la que se viste, no quería verlo dirigiendo a mi selección, pero parecía que no había otra opción que apoyarlo.
Llegó la Copa América, estábamos ilusionados a pesar del fútbol pobre que demostró la selección, fuimos eliminados por Perú, en un partido que terminó de una forma desordenada, con muchos delanteros pero sin nada de ideas, una tarde en la que Falcao fue visto como villano.

Quedaba esperar las eliminatorias, y justo en el mundial sub20 realizado en nuestro país, ocurrió el incidente entre el DT y una mujer, en un bar de la ciudad de Bogotá. El hecho no pasó desapercibido y pronto todo el país tuvo conocimiento del mismo. Aunque algunos futbolistas lo apoyaron, incluso muchos periodistas, (como no), el altercado causó repudio y el DT terminó renunciando.

Algunos periodistas (ya se imaginarán cuales) decían que todo era doble moral, que lo importante era lo futbolístico, y bueno,  se desgastaron mucho pensando en inventar excusas, en realidad creo que todos los colombianos queríamos pegarnos de algo que sirviera para que el Bolillo se alejara de nuestra selección, y el destino ayudó. No sé qué hubiera pasado, si esto no hubiera sucedido, guiándome por los antecedentes de dicho personaje, quien no tuvo ningún reparo en tener en el banco de suplentes a uno de los mejores defensores de América, por poner a otro que no le llegaba ni a los talones. Incluso me acuerdo que durante la copa América disputada en Argentina se le preguntó por James Rodríguez y su respuesta fue muy vacía, es bien conocido que dicho DT tiende a confiar muy poco en los jóvenes.

Luego continuó Leonel Álvarez, ex futbolista de la selección Colombia y asistente del Bolillo, quien tuvo un buen inicio ante Bolivia, pero que no supo ratificar ese resultado cuando se ofició de local. 1 punto de 6 disputados encendían las alarmas, se debían tomar medidas desde ese momento, de lo contrario, se correría el riesgo de estar ausente, nuevamente, del mundial.

Muchos nombres se barajaban, que el más indicado fuera un extranjero molestó a muchos DTS nacionales…y a los periodistas, cosa rara. Pero se mantuvo firme dicha decisión, y finalmente fue José Néstor Pékerman  el elegido para comandar a la selección Colombia. Dicho técnico Argentino, quien jugó en  el Independiente Medellín, ha sido más reconocido por su carrera como técnico, brindándole a su país glorias en cuanto a campeonatos sub20, también fue DT de la selección Argentina de mayores. 

En mi caso, cuando lo vi, supe que en el si se podía confiar, no sólo por sus antecedentes como DT, sino por la forma de expresarse y por la seriedad que demostraba. Tranquilo al ganar, tranquilo al perder, siempre con las palabras justas. Seguro no fue fácil para él, su trabajo también fue en la parte mental, el hacerle creer a cada uno de sus jugadores en una idea, en un sueño, pero ante todo, hacerlos creer en ellos mismos.

Y así fue, la fe en ese grupo por parte de los hinchas no cesaba, aun cuando los resultados no eran los esperados. Y eso es lo que le dolió, y le sigue doliendo a la prensa, que sus críticas no hicieran mella ni en los futbolistas ni en los hinchas, pero ante todo, no se repusieron de que el DT no les pasara información confidencial, como otros lo hacían. Parece que a don José poco le afecta lo que digan algunos en sus insulsos programas de radio, los ignora como lo que son, como unos payasos.

Pékerman, ha confiado en futbolistas jóvenes, pero también ha depositado su confianza en otros más experimentados, como Faryd Mondragón, y Mario Alberto Yepes. Ha hecho que un futbolista como James Rodriguez despliegue su talento en pro del equipo, pero ante todo, ha hecho que un país se una en torno a un grupo, ha hecho que el amarillo predomine en las calles, ha hecho que muchas personas, como es mi caso, esperen con ansias un partido de su selección, para verlo junto a su familia.

Lo sucedido en los mundiales del 94 y del 98 nos hizo mucho daño, nos quitó la confianza. No le reprocho nada a los que no creían en esta selección, a los que pensaban que se iban a devolver rápido e iban a hacer el ridículo. Al fin y al cabo, nuestra mejor presentación en un mundial parecía algo lejano, muchos nacimos en Junio de 1990, ni manera de recordar ese suceso futbolístico.         

Recuerdo que en mi infancia y adolescencia, era común escuchar: “Mejor no clasificar al mundial, ¿para qué, para que hagan el oso?” e indudablemente recurrían a USA 94, para explicar dicha opinión.

Yo viví los mundiales de Corea-Japón, Alemania y Sudáfrica con mucha nostalgia, en cada partido escogía una selección pero obviamente ninguna me representaba, ni aunque tuviera muchos títulos o buenos futbolistas, yo simplemente quería volver a escuchar mi himno, ver los colores de mi bandera…pero eso parecía imposible.

Confiaba hasta donde era numéricamente posible la clasificación, me ilusionaba tras algunos resultados, ¿Cómo no ilusionarme tras un gol hecho de Chilena por el tigre Castillo, tras pase de Juan Pablo Ángel? ¿Cómo no ilusionarme tras ganarle a Argentina en Bogotá? Pero luego venían las seguidillas de derrotas, la esperanza en los milagros en las dos últimas fechas, se acababan las posibilidades, y siempre se pensaba en que la próxima vez si sería la vencida.
Me acuerdo de las noches y las tardes amargas en donde cualquiera venía y nos ganaba en nuestra casa, me acuerdo de las goleadas recibidas en Bolivia y en Chile, de la impaciencia que daba verlos jugar…de esperar un partido con pocas ilusiones, porque la actitud dentro de la cancha no correspondía a las expectativas.

Mientras en las eliminatorias que nos llevaron a Brasil, si era necesario no iba a clases, y no veía la hora de que mi selección jugara, en esos tiempos ni quería que llegaran las fechas de los partidos. Pero siempre había un poquito de fe, a pesar de las claras limitaciones de muchos de nuestros futbolistas.

Así que lo de Pekerman es invaluable, ha hecho un trabajo magnífico y no me cansaré de decirlo, Mario Alberto Yepes ha sido un gran futbolista que siempre estuvo en las malas de la selección, don José le dio el voto de confianza y Yepes ahora puede decir que representó dignamente a su país. Por algunas fallas que tuvo Yepes en las eliminatorias y en algunos amistosos pensé que no iba a dar la talla en el mundial…y que equivocación, en realidad no tengo palabras para describir lo magnífico que fue, mejor capitán no podemos tener. Merecido que tras tanto luchar, el fútbol lo haya recompensado de tan bella manera.

Así mismo, no estaba de acuerdo en que Faryd fuera el segundo arquero. Sin embargo, su liderazgo, y la imagen emotiva que nos dejó en el partido ante Japón, es algo que siempre recordaré. Ante 24 años de carrera deportiva, sólo me queda aplaudir. Así mismo, me quedo con lo que escribió en una foto que subió a instagram con sus compañeros de la selección: “Esta es el mejor grupo al que he pertenecido…”, creo que con eso lo ha dicho todo.

James Rodriguez, ¿Qué puedo escribir de él? Todo el mundo POR FIN reconoció su talento, algunos ya sabíamos con antelación de sus cualidades futbolísticas, porque hemos tenido la dicha de seguirlo desde su paso por el Porto, el torneo de Toulon, el mundial sub20, las eliminatorias y el Mónaco. Podría decir que también lo sigo desde su paso por la selección sub17, desde el pony fútbol, su paso por el Envigado y en el Banfield, pero sinceramente en esa época poco sabía de él, era mi hermano el que lo veía en el Banfield y me decía que “un tal James” jugaba muy bien. Con tan sólo 22 años, no le quedó grande el mundial, se convirtió en el goleador histórico de la selección, con sus goles nos hizo felices, con el gol que le marcó a Brasil nos ilusionó y sus lágrimas nos hicieron llorar. Ovacionado por el rival, reconocido a nivel internacional.

Juan Fernando Quintero,  hizo un gol y tiene muchísimo más para dar, de eso estoy segura, hay que revisar su carrera profesional, para darse cuenta que es un luchador, Santiago Arias, otro de los jóvenes en quien Pekerman depositó su confianza y no lo hizo quedar mal.

Juan Guillermo Cuadrado, quien brilló con luz propia gracias a su magia y talento,  quien tras tener una infancia difícil y habérsele cerrado muchas puertas en el inicio de su carrera, ha demostrado que la perseverancia y el querer luchar por los sueños, conllevan al éxito (ver, carta a Juan Guillermo Cuadrado http://www.elespectador.com/deportes/futbolcolombiano/carta-juan-guillermo-cuadrado-articulo-498210 )

Camilo Zuñiga, jugador magnífico, tratado injustamente por la prensa Brasileña y por algunos tuiteros “malotes” que parecen olvidar que el fútbol es un deporte de contacto, no vale la pena profundizar sobre ese tema, aquí lo importante es que Zuñiga es un futbolista muy talentoso, como lo ha demostrado en los clubes en los que ha estado, y que no desentonó en la selección, a pesar de no haber jugado en la temporada debido a que se estaba recuperando de una lesión.

Pablito Armero, la alegría de la selección, el hombre de las coreografías. Abel Aguilar, resistido por muchos pero que  demostró lo injustos que hemos sido, tuvo un buen mundial y terminó haciéndonos falta ante Brasil.

David Ospina, el magnífico arquero que tenemos, desde aquí puedo darme cuenta lo caballero que es, un orgullo para todos.

Y los demás: Guarín, Sánchez, Valdés, Zapata, Balanta, Carbonero, Vargas, Mejía, Teo, Jackson, Ramos, Bacca, no tengo reproches con ninguno, sólo agradecimientos.

Igualmente los que por lesiones o por decisiones técnicas no estuvieron: Falcao, Macnelly, Valencia, Muriel, Ramírez, Perea, Mosquera, Medina, Soto, gracias, porque también hicieron parte de este sueño, y aportaron para que se hiciera realidad.

Es cierto que en el partido ante Brasil se cometieron errores, que se regaló un tiempo, que Colombia se acordó de su fútbol muy tarde, así mismo, el árbitro también incidió de cierta manera, no tanto en el marcador pero si en la dinámica del juego. No quiero hacer énfasis en eso, porque suficientes lágrimas he derramado tras ese partido, y prefiero quedarme con lo bueno, lo cual no se puede olvidar tras un encuentro en el que no se dio el resultado esperado.
Así que en mi mente seguiré guardando la ilusión que tuve hasta el 4 de Julio,    la alegría de escuchar como el himno de mi patria retumbaba en el extranjero, el colorido de los colombianos en las tribunas de los estadios brasileños, la alegría de nuestros futbolistas, reconocida por el mundo, las coreografías, la admiración hacia el buen fútbol practicado por nuestra selección. Guardaré la alegría en los rostros de aquellos con los que hablaba y al igual que yo, estaban ilusionados con llegar más lejos, los padres de la mano con sus hijos luciendo con orgullo  la camiseta amarilla, los jóvenes a la expectativa por ver por primera vez a su selección en un mundial, eso nadie nos lo puede quitar, ni siquiera el árbitro español.

También recordaré la voz quebrada de Pékerman diciendo que quería mucho a un país que lo ama y que reconoce lo que ha hecho, porque sin duda, una nación que tiende a dividirse por todo, por regionalismos tontos, por equipos de fútbol, por política, se unió gracias a ese grupo de 23 hombres que nos demostró que los colombianos podemos ser mejores de lo que hemos sido. Que nuestros ejemplos no deben ser aquellos que están sedientos de sangre y poder, sino que nos debemos fijar en nuestros deportistas, y en todos aquellos que luchan firme y  honestamente por cumplir sus metas.

Nuestras lágrimas son de orgullo, de impotencia, de rabia, nuestras lágrimas tienen muchos motivos, pero entre ellos no está la vergüenza. Porque ellos, nos representaron muy bien, y lo mejor, es que hay un gran futuro, ahora sólo queda superar la tristeza normal de la eliminación, mirar para adelante y esperar   los próximos retos de la selección. También, desearle a cada uno de nuestros futbolistas, éxitos en su carrera profesional, pues eso merecen.

Espero que Pékerman continúe siendo nuestro DT, que no nos deje caer en las garras de los periodistas y de aquellos quienes sólo buscan la satisfacción personal y no piensan en lo que una selección de fútbol representa para un país. Es extraño que en un país en el que todo lo malo que cualquier ser humano puede imaginar ha ocurrido, las lágrimas sean causadas por un partido de fútbol.

Gracias a todos aquellos extranjeros que nos apoyaron, que reconocieron el talento de los nuestros. También un saludo para aquellos que deseaban que nos fuera mal, y que siempre le hacían fuerza a nuestro rival y se alegraron tras nuestra eliminación, quiero decirles que no eliminaron del torneo, pero la felicidad que nuestra selección nos provocó es invaluable.  

Nuestra historia en los mundiales es pequeña: 5 participaciones, esta ha sido la mejor, desde cualquier óptica en la que se observe. El planeta fútbol no se detiene aquí, y siempre habrá revanchas. Nos podrán decir agrandados, nos podrán cantar los goles de Brasil, nos podrán decir que nuestras vitrinas están vacías, se podrán referir a nosotros como drogadictos y narcotraficantes: hay gente que no ve más allá de lo que le muestran, por lo tanto nunca  aceptarán que la alegría, la esperanza y la unión no vienen en forma de trofeos. Sólo que si usted no es Colombiano, le va a ser difícil entenderlo.  

La "derrota" de Colombia fue el triunfo de muchos periodistas deportivos, y de muchos ex futbolistas y DTS, que en lugar de reconocer el buen trabajo de los demás, prefieren buscarle el lado malo y criticar algo que ellos no fueron capaces de hacer, por culpa de su mediocridad, siento pánico de que esa clase de gente vuelva a tomar las riendas de nuestra selección, QUÉDATE PEKERMAN!!

Me parece increíble que la tristeza de muchos sea la alegría de unos pocos, pero al parecer así ha funcionado en muchos ámbitos en este país, la realidad así lo expresa.

Tras el recibimiento apoteósico hecho a los nuestros, en donde miles de personas interrumpieron su rutina dominical y madrugaron en familia para saludar a los hombres que hacen parte de la selección, no hay mucho que decir: Ellos perdieron un partido pero ganaron el respeto y el amor de todo un país, Colombia es agradecida con quienes le hacen bien. Después de verlos llorar y con la tristeza reflejada en sus rostros, me alegra volverlos a ver felices, bailando, sonriendo, como deberían estar siempre.

Debemos olvidar las justificaciones que incluso muchas personas reconocidas hacen de aquello que ha manchado y marcado a nuestro país, la realidad es que sí hay otras formas de construir un mejor futuro, lejos de lo que tanto nos ha hecho daño.

Así que le agradezco a nuestra selección y a deportistas como Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Mariana Pajón, Catherine Ibargüen, entre otros, por hacernos quedar bien a donde quiera que van, por lucir nuestra bandera con orgullo, y por hacernos vibrar de emoción, GRACIAS TOTALES!!

Finalmente, debo decir que para mí el mundial terminó el 4 de Julio, ahora, cualquier referencia al mundial que no implique a Colombia me fastidia, espero que no gane Brasil, y si gana, que no vayan a ser descarados los robos a sus rivales. Eso sí, podrán conseguir la sexta copa, pero el juego bonito lo asesinaron hace rato, junto al juego limpio.

PD1: Mi hermano dice que a Colombia le hace falta perderle el miedo a Brasil, el último triunfo de nuestra selección ante ese equipo creo que fue en el 92, él es optimista y dice que hay oportunidades de vencer ese miedo escénico que se ha mantenido por años.
PD2: Nuestra selección es tan grande que me hizo volver a escribir.
PD3: Lloré escribiendo esto.

PD4: Lo escribí basándome en mis emociones, disculpen las equivocaciones y las incoherencias, gracias por leerme…porque si están aquí, es porque leyeron lo demás, ¿no?