El siguiente escrito, inicié a redactarlo días antes de conmemorar el Día Internacional de la mujer. Pero circunstancias, cómo la pereza propia de la época de vacaciones, impidieron publicarlo en mi blog, el día más propicio para hacerlo, es decir, el mismo 8 de Marzo. Hoy dos semanas después, cuando inicio un nuevo semestre de estudio, lo publico. Espero les guste.
Hoy 8 de Marzo, se celebra el día internacional de la mujer. Hace muchos años, 146 obreras murieron en un incendio provocado en una fábrica textil de Nueva York, hecho que recordó al mundo entero que las mujeres merecían que sus derechos fueran respetados. Sin embargo esta no ha sido la única lucha que las mujeres han emprendido. Otras ciudades en el mundo y en diversas épocas han sido testigos de la lucha de miles de mujeres, que cansadas de ser tratadas como objetos que cocinan, hacen aseo, cuidan a niños y cumplen los deseos sexuales de los hombres, han alzado su voz de rechazo ante el maltrato y discriminación sufrido históricamente.
Lo anterior, es sólo un “recorderis” histórico, para que hoy, 8 de marzo de 2011, seamos consientes, de que a pesar de lo que el mundo capitalista, con su consumismo nos quiera hacer parecer, la verdad es que las mujeres estamos para ser participes del cambio en la sociedad, sociedad en la que estamos para algo más que comprar zapatos, bolsos, ropa, maquillaje y perfumes de manera compulsiva. De que somos más que simples seres humanos a quienes lo único que parece interesarles es tratar de hacer lo posible e imposible para bajar unos cuantos kilos, porque los almacenes de ropa nos mandan la señal de que solo hay cabida para tallas por debajo de la 10 (Por lo general, las que son talla 10, se creen gordas).
Mujeres del mundo, en la mayor parte del tiempo hemos sido tratadas como un simple adorno, que se muestra cuando está bonito, pero que se esconde y se empieza a despreciar cuando su belleza va desapareciendo. Hoy 8 de marzo, seguro a ustedes mujeres, las invitarán a comer, le regalarán chocolates, rosas, peluches y hermosos mensajes. Pero mañana mujeres, mañana 9 de marzo, la volverán a tratar como mercancía. Muchas de sus parejas las volverán a maltratar, fisica y psicológicamente (en el peor de los casos, de las dos formas), porque nosotras mujeres en el afán de lucir hermosas a toda hora, avergonzándonos de nuestros propios cuerpos, sintiendo asco por nuestra celulitis, por las estrias que marcan sin piedad cada parte de nuestro cuerpo, mirando como día a día subimos de peso, hemos olvidado que lo más importante, no se arregla con cirugías, no se ve mejor con un vestido caro, no luce más llamativo con maquillaje, es decir, nuestra PERSONALIDAD, NUESTRO ESPÍRITU, NUESTRA RAZÓN.
Si usted no es tan superficial o no sufre de diabetes, se comerá sin ningún tipo de remordimiento los chocolates, que seguramente le van a regalar. De lo contrario, se los dará a alguna mujer no superficial o con mejor salud que la suya. En el peor de los casos los botará. Si la invitaron a comer, seguramente usted irá, según su grado de “superficialidad”, escogerá o alguién lo hará por usted, el sitio más indicado para cenar. La rosa o las rosas o las flores que le regalen, se verán hermosas al principio, pero luego inevitablemente se marchitarán. (Es algo típico de la belleza). Los peluches son muy lindos (no lo niego), pero lucen más bellos, cuando son regalados con verdadero amor y sin pedir nada a cambio, ni siquiera amor.
La preocupación diaria de nosotras las mujeres debería no ser, ¿Cuántos kilos debo perder? Sino ¿Cuántos libros debo leer?...me considero una persona optimista, que trata de verle el lado bueno a todo y sé que muchas y muchos de las y los que me conocen piensan lo mismo, pero hay aspectos que no se pueden ocultar. Por una mujer que piensa cosas interesantes, hay dos que hablan con sus mejores amigas y el tema de conversación es “¡¡La ropa en esa tienda es DI VI NA!!”, tres quieren saber dietas y trucos para versen más delgadas y ocultar ciertos defectos que francamente son inocultables, mientras otras cuatro lloran porque sus novios les han sido infieles, pero no lloran por la infidelidad en sí, sino porque el susodicho está con otra, muy “amañadito” y al parecer no va a volver al lado de la “susodicha” que lo llora, pero ella guarda la esperanza de que regrese y hasta se hecha la culpa de que el “susodicho” no se haya “amañado”. Y no me vayan a decir que de que fuente saqué estas cifras, obviamente no del DANE, simplemente escuchar ciertas conversaciones que se tejen a nuestro alrededor, resulta ser un método de análisis muy efectivo.
Muchos pueden pensar que soy una envidiosa o una resentida. Podría responder que aunque no me caracterizo por mi belleza física, ni por mis medidas perfectas y que la ropa que uso no tiene nada que ver con reconocidas marcas de moda, soy tranquila y feliz, porque tengo la completa certeza de que la estupidez no está presente en mi. Y si me altera que alguna de mis amigas me diga que estoy gorda, o que “debería” estar más pendiente de mi aspecto físico, es porque siento lástima de que esa persona sea tan superficial, siento lástima de que tantas y tantos universitarios no vean más allá de sus narices y es que simplemente pienso, que invertir dinero en pasajes, comidas, arriendo, Internet, fotocopias y muchos más gastos, para decir “Estoy gorda, estoy fea, mi sueño es tener mucha ropa”, raya en lo idiota. No se necesita gastar tiempo ni dinero en una universidad, para llegar a semejante “raciocinio”.
Y es que nos hemos dejado carcomer tanto el cerebro de los “reality shows”, de los concursos de belleza (lo terrible es que respondamos las preguntas como ellas lo hacen), de las agencias de modelaje, de las revistas de farándula, que llegamos a pensar que para ser mujeres felices, necesitamos lucir como las mujeres que vemos en televisión. Si no nos logramos parecer a ellas, entonces prácticamente estamos “JODIDAS”.
Nos olvidamos de la esencia de ser mujer. Olvidamos a nuestras propias madres. Olvidamos a la mujer campesina. Olvidamos a las madres solteras. Olvidamos a las mujeres que han emprendido luchas en diversos aspectos. Las olvidamos y las dejamos solas, con sus sueños, con sus problemas, con sus ideas. Nos creemos el cuento de que las mujeres debemos lucir a toda hora como una “Miss Colombia”….uñas arregladas, zapatos finos, ropa nueva (y cara).
Muchas ahora no ríen porque le temen a las arrugas que este placer puede producir. Olvidamos que somos seres humanos, y nuestra misión en este mundo va más allá de nacer, crecer, reproducirnos y morir. Va más allá de comer y dormir. Va más allá de la belleza fisica fugaz.
Observemos la naturaleza….es bella, sirve de inspiración….sin necesidad de cirugias….
Mujeres, más que un regaño, es un llamado a despertar. Es ser consientes de nuestro papel en la sociedad, para hacer de esta un lugar más justo en el cual habitar. Así que mujeres, aceptémonos tal y como somos, sonriamos, démonos la oportunidad de que nuestra personalidad resalte por encima de todo, en lugar de gastar tiempo en largas y aburridas secciones de maquillaje, consigamos un libro y preocupémonos por leerlo en su totalidad. No se preocupe si le dicen fea, preocúpese si le dicen bruta. Mujeres, el cambio, depende de nosotras…
NOTICAS ACLARATORIAS:
Si con este escrito, puedo lograr que las personas que se acerquen a mí, no me hablen de dietas, de lo más “in” en cuestiones de ropa, de las mejores técnicas de maquillaje y cosas que para mí son banales y poco importantes, me consideraré completamente HALAGADA…aunque sé que es una utopía, para lograrlo, me tocaría irme a vivir a un lugar alejado de la civilización en donde no tenga que escuchar cosas como, “¡¡QUE CUERPAZO EL DE ESA VIEJA!!, ¿VAMOS AL GIMNASIO?, ¡¡ESTOY GORDAAA!!, ¡¡HE SUBIDO 3 KILOS, QUE HORROR!!” y frasecitas por el estilo….definitivamente creo que no hay salvación, somos víctimas de una sociedad superflua e inconforme. Nadie está conforme con el cuerpo que tiene, con el lugar en donde vive, en fin, hay mucha tela que cortar respecto a este tema.
Las personas cercanas a mi pueden decir que a veces me comporto como una compulsiva, comprando cuanto labial, loción, aretes y manillas me ofrezcan. A mi favor puedo decir, que para mí esos implementos no son esenciales, así que en mi caso, mi vida no se detiene, ni sufre un colapso, cuando no obtengo algo de tipo material. Si compro unos aretes, es porque quiero verme bien, más no para que los demás me digan que me veo bien (yo creo que ustedes entienden lo que quiero decir). Doy permiso, de que si en algún momento empiezo a hablar y/o a comportarme como una tonta superficial, me regañen y me recuerden lo que he escrito…a propósito, ya debo más de $10.000 en unos “producticos” que encargué, a mi favor puedo decir, que gasté la misma cantidad en un libro que compré, (no en el que nos pidieron para “alternativa” sino uno sobre historia de Santander).
Si usted, querido lector, se sintió ofendido con lo que he escrito, puede ser por las siguientes razones: o yo soy envidiosa, resentida, fea, gorda, (prefiero que me digan gordita), desarreglada, desaliñada o USTED es un(a) COMPLETO (A) IDIOTA SUPERFICIAL…obviamente me inclino por lo segundo, por eso es que está en mayúscula.
Con cariño, (aunque no lo crean),
CATOLA.